Nota: Articulo publicado originalmente en Cubanet.
HARRISONBURG, Estados Unidos. — En 1977 la Asamblea General de la ONU designó el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer e invitó a todos los estados miembros de esa organización a celebrar la fecha.
Es una jornada donde se repasan las luchas femeninas por obtener derechos y reivindicaciones a través de la historia.
Este día los medios oficialistas cubanos retoman figuras icónicas de la dictadura y, en segundo plano, dan a conocer la vida y obra de algunas mujeres que desde sus puestos de trabajo manifiestan un alineamiento total con sus presupuestos ideológicos.
Pero en la Cuba aherrojada por la dictadura también ha habido y hay mujeres que han plantado cara frente al totalitarismo impuesto por el partido comunista, aunque el noticiero jamás las mencione.
Traicionadas las promesas hechas por Fidel Castro acerca de que la Revolución iba a convocar a elecciones generales y restablecer la democracia y la Constitución de 1940, comenzó una nueva lucha en contra de la dictadura comunista.
Por estos días ha sido noticia la presentación de la película Plantadas, dirigida por Lilo y Camilo Vilaplana. Basada en hechos reales, el filme es un homenaje a mujeres heroicas como Zoila Águila, una leyenda de la lucha anticomunista en Cuba.
A principios de la década de los años noventa sufrieron la represión directa de la Seguridad del Estado las poetisas María Elena Cruz Varela y Tania Díaz Castro, quienes no han claudicado en la defensa de sus ideales democráticos.
Por hacer públicas sus ideas en torno a la situación cubana en el histórico documento La Patria es de Todos, la economista Martha Beatriz Roque Cabello sufrió varios años de prisión y después de salir de la cárcel ha sido objeto de ataques mediáticos y de acoso policial por parte de la dictadura.
Laura Pollán fundó el Movimiento de las Damas de Blanco y murió de forma muy sospechosa en un hospital habanero. Hoy preside esa organización Berta Soler, quien, a pesar del constante asedio de la policía política, mantiene vivas las ideas de su predecesora.
En el exilio, denunciando la situación de Cuba en cuanta ocasión se les presenta, están Rosa María Payá, Yoaxis Marcheco, Anamelis Ramos y Omara Ruíz Urquiola. La dictadura no les permite regresar a la patria.
También en el exilio y con una firmeza extraordinaria anda Carolina Barrero, demostrando con ejemplos concretos la doblez de la dictadura.
En Cuba vivieron sitiadas, amenazadas y sufriendo reiteradas detenciones la periodista María de los Ángeles Matienzo y la activista Kirenia Núñez Pérez, quienes recientemente recibieron un pronunciamiento de apoyo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Seis meses lleva ya detenida la joven Mayelín Rodríguez Prado por participar en las protestas espontáneas ocurridas en Nuevitas los días 18 y 19 de agosto y por haber compartido sus filmaciones en las redes sociales.
En Villa Marista está detenida desde el pasado 10 de enero la joven de 21 años Sulmira Martínez Pérez, conocida como Salem Cuba, únicamente por haber puesto algunos memes en las redes sociales y defender el derecho que tiene todo ciudadano a la protesta pública.
En prisión están Sahilí Navarro —hija del también preso político Félix Navarro —, Gloria M. López, Katia Beirut, Rosa Millo, Mariurka Díaz Calvo, Yessica Cohimbra, Taimir García, Mayra Taquechel, Yaquelín Castillo, Yunaiki de la Caridad, Elizabeth Cintra, Arianna López, Liliana Oropesa, Amanda Dalai, Mariam Martín, Donaida Pérez, Sissi Abascal, Mailene Noguera Santiesteban, Reina Yacnara, las mellizas Rodríguez, Lisbet Torres, Lázara Karenia, Lisandra Góngora Espinoza, Brenda Díaz, Aymara Nieto, Yusnaira González, Tania Echavarría, Hillary Gutiérrez, Dayami Laguna, Deisy Alfonso, Odett Hernández Cruzata, Marina Paz y las hermanas Angélica y María Cristina Garrido Rodríguez, quienes recientemente publicaron en las redes una carta que revela su profundo patriotismo y verdades contundentes.
Luego de agradecer las muestras de cariño y solidaridad que han recibido, en esa carta las hermanas Garrido nos piden que antes de solicitar su libertad exijamos y peleemos por la libertad de nuestra sufrida patria. Y reiteran: “Que aparezca primero la patria y después nosotras”.
Por haber dado a conocer esa carta firmada con su sangre junto con la de otras presas políticas, fueron sometidas a un proceso disciplinario. Seguramente ya las autoridades del MININT de la prisión para mujeres de El Guatao han limitado aún más los pocos derechos que tenían.
Cuando en reiteradas ocasiones la lucha por la democracia y la libertad en Cuba parece que no escapa de la fatuidad de las candilejas y del egocentrismo estéril detrás de los micrófonos de quienes pretenden aupar para sí toda la representación de la patria, estas cubanas me conmueven con su testimonio.
Según un informe que nos ha proporcionado Javier Larrondo, director de la organización Prisioners Defenders, en estos momentos hay un total de 123 mujeres que están presas, cumpliendo sanción en campamentos de trabajo forzado o en la calle sujetas a control y vigilancia por el MININT, algo inédito en la historia de nuestra patria.
Cuba está quebrantada por la desidia y el abuso procedentes de los gobernantes. Lo demuestra el estado de carencias y desatención en que se encuentra nuestro pueblo y tener en prisión a tantas mujeres y hombres, la mayoría muy jóvenes, solo por ejercer el derecho a la protesta pública.
Estas mujeres también son una gran esperanza, porque demuestran con su actitud que el intento de la dictadura por doblegar a nuestro pueblo no ha triunfado. No creo que triunfe mientras existan ellas u otros ciudadanos semejantes.
Ellas no salieron a las calles a pedir derechos solo para quienes no apoyan a los comunistas, sino para todos los cubanos. Junto con los hermanos que también están presos, ellas representan una reserva de dignidad y patriotismo dentro del camaleónico ambiente social cubano.
Sus nombres no serán mencionados en el noticiero nacional de la televisión cubana este 8 de marzo y no les hace falta.
Este miércoles habrá manifestaciones en Madrid, Nueva York, Montevideo y Barcelona para denunciar este abuso de la dictadura cubana. La firmeza de sus rostros aparecerá en esas protestas contra la dictadura y seguramente será amplificada por otros medios.
Pensando en las difíciles circunstancias en que viven he recordado un famoso pensamiento de José Martí y aseguro que ellas llevan en sí el decoro de muchos hombres y que con ellas va también la dignidad humana.