En varias ocasiones Fidel Castro llegó a afirmar que, gracias a la distribución controlada de alimentos, Cuba era uno de los países mejor alimentados del planeta.
A eufemismos como ése se ha unido un fenómeno que algunos califican como neo lengua. Según la práctica extendida en Cuba-no solo por el oficialismo sino también por el pueblo-las prostitutas son “jineteras”, los desempleados “interruptos” y las personas situadas en extrema pobreza “vulnerables”.
La Libreta de Abastecimientos – cuya muerte ha sido anunciada pero no acaba de concretarse-no escapa de ese lenguaje, ni del cantinfleo que los burócratas del castrismo emplean para justificar los reiterados atrasos que desde hace meses se aprecian en la venta de los productos controlados.
El pasado 17 de enero Cubadebate-la gruta de los talibanes del castrismo-informó que las causas de los notables atrasos que presentaban los productos ofertados en la llamada canasta básica, eran “las restricciones financieras y problemas operacionales”. Y añadía que estas causas habían impedido la venta de gran parte de esos productos, algunos de ellos pendientes de entrega desde el pasado mes de noviembre.
Continuando en la misma tónica justificativa, el pasado 7 de febrero Cubadebate informó que persistían los atrasos en la entrega de la canasta familiar normada correspondiente a enero y febrero de este año “por atraso en la disponibilidad oportuna de inventario y las afectaciones climatológicas de los últimos días”. Según esa información, todavía en esa fecha no se habían distribuido las 7 libras de arroz correspondiente a enero en Pinar del Río, Matanzas, Las Tunas, Holguín, Guantánamo y Granma y tampoco se había iniciado la entrega del producto correspondiente a febrero en once de las quince provincias del país. Tampoco se estaban vendiendo los chícharos, frijoles, el azúcar y la sal, el aceite, la leche condensada, el pollo y los productos para el aseo personal, es decir, ¡casi toda la canasta básica!
En cuanto al pollo, Cubadebate no ha explicado cuál es la causa de que no haya sido vendido a tiempo, porque es conocido que EE.UU. aumentó considerablemente la venta de ese producto y de otros alimentos a Cuba el año pasado, según publicó Cubanet el pasado 14 de febrero. ¿Se deberá a “problemas operacionales” ? , ¿o será por “atrasos en la disponibilidad oportuna de inventarios”?
El pasado 14 de febrero la versión digital del periódico Venceremos, de la provincia de Guantánamo, publicó la noticia “Actualizan sobre situación de la canasta básica en Guantánamo”, firmada por Dairon Martínez Tejeda, la cual también llama la atención por sus cantinfleos y el irrespeto que muestra hacia el pueblo.
En ella el gobierno provincial comienza afirmando que “el mes de febrero presenta dificultades para la entrega de la leche en polvo destinada a los niños, pues de las 116 toneladas que necesita la provincia apenas cuenta con 48, debido a la poca disponibilidad del lácteo a nivel nacional”. Es decir, lejos de ofrecer un análisis objetivo de la causa real de esta situación se culpa al mes de febrero, el cual, ¡ha presentado dificultades!
La noticia afirma que “para las edades hasta 6 años, por el momento no se garantiza el alimento, pero en cuanto exista disponibilidad de este en el territorio se distribuirá para la totalidad de los infantes de la provincia”, aunque no se atreve a vaticinar cuándo eso será posible.
La nota dice que el completamiento de la entrega del aceite del mes de enero “depende de la disponibilidad técnica de los carros especializados en su traslado” y luego de advertir que en febrero solo se han entregado 3 de las 7 libras de arroz, afirma que se recibirán 4 libras de azúcar, “pero que eso depende de la producción que garantice el central Argeo Martínez”. En cuanto a los granos dice que se entregarán 10 onzas de chícharos, que continuará el completamiento de las compotas y que se comercializa el pollo. Y hace mutis con respecto a los demás productos.
Y concluye: “La mayoría de los alimentos de la canasta básica son de importación, cuya adquisición se dificulta, sobre todo, por las limitaciones que impone el bloqueo y la actual crisis económica que afecta al mundo”. Es decir, el mundo está en crisis, pero la dictadura cubana, que no puede garantizarle al pueblo el ejercicio de elementales derechos humanos, servicios de salud, educación y transporte de calidad, ni una magra ración mensual de alimentos, está bien y si esos problemas existen se debe al “bloqueo”.
Recientemente los Emiratos Árabes Unidos acaban de donar a la dictadura cincuenta millones de dólares para que adquiera alimentos. Y como en la isla ya es noticia de primera plana que “llegó el pollo a la carnicería”, Cubadebate se hizo eco el pasado 15 de febrero de la llegada del primer barco procedente de Brasil, con parte del donativo del país árabe. Quizás por estos días sea noticia de primera plana otro donativo de arroz de Viet Nam, porque la dictadura sobrevive gracias a las ubres que nunca les han faltado.
Por estos días el exdirector de la FAO, el brasileño José Graziano da Silva, dijo en la Feria del Libro de la Habana que “la isla atraviesa una profunda crisis y tiene que asumir un esfuerzo adicional para proveer de comida a su gente”, un comentario tan atrasado como la venta de la canasta básica.
Pero sabemos que a los mandantes esa frase a destiempo les importa un pito. Para justificarlo todo tienen su neolenguaje.
Pero el pueblo que ya sabe con quién tiene que lidiar y usando ese mismo neolenguaje, seguramente dice cada vez que lee o escucha justificaciones como las anteriores: “Están tirando con la cara”. Y ya sabemos que los comunistas la tienen bien dura.
Roberto de Jesús Quiñones Haces